Escondido en una cala casi inaccesible, Portofino es un antiguo pueblo pesquero que se ha convertido en símbolo de la clase y elegancia italiana. Portofino ha sido desde siempre el balneario preferido de la elite italiana, que regresan año tras año. Cafés, boutiques, tiendas y heladerías se extienden a lo largo de la plaza del puerto. Los cafés que se encuentran al borde de la playa son excelentes para sentarse y disfrutar de los magníficos yates que desfilan en sus aguas. Su popularidad lo ha convertido en un puerto muy reconocido por aquellos que disfrutan de la navegación de lujo. La ciudad se concentra en torno a su puerto, y es muy conocido por las casas pintadas con colores brillantes.
Los principales puntos de interés en Portofino son la iglesia de San Martino, San Giorgio, el Oratorio de Santa María de la Asunción y su estilo gótico, pero sobre todo la imagen del Cristo del Abismo fue sumergido en 1954 a 17 metros de profundidad para proteger a los pescadores y buceadores.